Quito

Ven a pasar un rato de pasión con tu pequeña amante

Ven, déjame verte, déjame conocerte, déjame aspirar a poseerte y tenerte para mí.Tus manos siguen la senda de mi desnudo cuerpo y desembocan en los oscuros rincones de mis deseos, y allí, cual firmes centinelas del mayor tesoro que poseo, y cual ladronas de cuento, se apoderan de mi voluntad de hierro.

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